domingo, 26 de febrero de 2012

Micromundo

Casi siempre llevamos los ojos puestos en el paisaje, el que tenemos delante a nuestra escala o más allá, el que conforma lo que alcanza nuestra vista. Como además solemos estar en movimiento, nos perdemos lo que nos rodea a escala micro. Merece la pena detenerse y descender al suelo para contemplar los pequeños paisajes que nos ofrece la naturaleza.
En esta ocasión se trata de líquenes, Cladonia fimbriata, que se asientan sobre tocones de pino en descomposición en las laderas umbrías y húmedas. Su tamaño es muy reducido, apenas unos milímetros, pero configuran un bosquecillo de aspecto extraterrestre en el que tan solo faltan unos marcianitos a juego.

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