domingo, 29 de enero de 2012

Cascada de yesqueros


Los yesqueros del pino (fomitopsis pinicola) son frecuentes en las laderas más húmedas del Maigmó. Son duros y viven amarrados a su anfitrión. Son bellos y a veces conforman comunidades curiosas. Vistos desde arriba se mimentozan con el pino. En su borde y desde abajo destaca su colorido.

Hozando voy, hozando vengo


Además de los encuentros con la fauna, que son poco frecuentes, el paseo nos permite adivinar la actividad de los animales que habitan la sierra. Es muy útil ayudarse de los conocimientos que transmite Pep Cantó en su libro Rastros, huellas y señales de la fauna mediterránea, que podéis adquirir a través de su blog y que resulta enormemente ilustrativo.
Esta fría mañana, en la que los charcos estaban helados, he caminado tras las señales de la hozadura de un jabalí. Muy rico debe ser el manjar para tanto esfuerzo. Por suerte aún no nos hemos cruzado, aunque alguna vez los he escuchado cerca.

viernes, 27 de enero de 2012

El refugio

La sierra es infinita. Cada vez que acudo al Maigmó estreno paisaje, con sus condiciones atmosféricas, luz, olor, cambios en la vegetación y las huellas que descubren la actividad animal. Para mí es un privilegio poder disfrutar de este espectáculo cada fin de semana y me estimula seguir descubriendo poco a poco los secretos de este lugar.
En los últimos paseos me he encontrado esta preciosa cueva, bastante alejada de los itinerarios habituales, y que quizás por ello es un lugar perfecto como refugio de arruís. Las inequívocas píldoras negras que llenan el suelo no dejan lugar a dudas. Sin embargo, todavía no hemos coincidido los ungulados y yo. Quiero encontrar una localización discreta que no les moleste y me deje observarles en su sesteo a cubierto. Seguro que llegará el momento. Tiempo al tiempo.
Os dejo la imagen. No se aprecia con claridad la escala, pero creo que caben una quincena de ejemplares sin demasiada dificultad.