Vuelven las tardes de verano con su paz y soledad en el Maigmó. Los arruís aprovechan estos momentos para campar a sus anchas antes del ocaso. Este año lucen un pelo fuerte y su figura muestra abundancia de alimento en la primavera. La cría ha ido bien y hay muchos ejemplares nuevos. La manada es numerosa, al menos treinta ejemplares, y mientras comen se escucha el balar característico de las cabras. Se alimentan de cualquier brote, incluso engullen hojas de carrasca. Unas imágenes
lunes, 18 de julio de 2011
Tiempo de Arruís
Vuelven las tardes de verano con su paz y soledad en el Maigmó. Los arruís aprovechan estos momentos para campar a sus anchas antes del ocaso. Este año lucen un pelo fuerte y su figura muestra abundancia de alimento en la primavera. La cría ha ido bien y hay muchos ejemplares nuevos. La manada es numerosa, al menos treinta ejemplares, y mientras comen se escucha el balar característico de las cabras. Se alimentan de cualquier brote, incluso engullen hojas de carrasca. Unas imágenes
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