miércoles, 3 de abril de 2013

Aguas mil

El marzo más lluvioso desde hace décadas y unas temperaturas más suaves de lo acostumbrado dibujan una estampa inusual en espacio rural castellano. En el Valle Amblés el agua rebosa por todas partes, los cauces se quedan pequeños y la tierra está empapada hasta la saturación. La vegetación tapiza cada palmo de suelo y la primavera arranca con fuerza. Los pastos crecen, las primeras flores brotan llenas de energía y los animales celebran el festival. Los agricultores en cambio apenas pueden entrar en las fincas y las labores del campo tienen que esperar y quizás desistir en esta campaña.
Por ello, la retina ha de guardar esta imagen para recordarla cuando los calores que lleguen más adelante sequen el aire y abrasen el verde.
Estas imágenes nos muestran el Adaja a su paso por Blacha, el río de Narros a la entrada del pueblo y discurriendo por el Vergal y la incipiente floración del sauce (verguera).
 

1 comentario:

Rafa Loreto dijo...

Has vuelto a publicar.Enhorabuena.